Las piscinas están bien, y las habitaciones amplias y limpias. La animación completa, aunque el espectáculo nocturno algunos días fue flojo. El precio de las bebidas muy bien, y la comida en general estaba bien, aunque se hace muy estresante comer en el restaurante, ya que me parece muy justa su capacidad para el número de huéspedes. Colas para todo, y mucho ruido y estrés en las comidas. En los días y horas de mayor afluencia, un caos total. A pesar de reponer con cierta rapidez la comida y tener empleados afanados en la tarea, imposible dar un servicio correcto a tanta gente en poco tiempo con estas instalaciones. El horario del desayuno lo veo corto. Es solo hasta las 10. Yo lo vería mejor hasta las 10:30h. La distancia a la playa no es excesiva, pero la vuelta al hotel después de un rato de playa se puede hacer muy larga al ser cuesta arriba, especialmente si vuelves con cosas a cuestas y con niños pequeños.