Pasamos dos noches y ninguna de ellas se durmió bien, había mucho ruido de madrugada de otros huéspedes. Es un hotel bastante antiguo, con habitaciones sin reformar y la limpieza no me gustó mucho.. pelos en el baño y sábanas manchadas, que supongo que sería de lo vieja que eran. El personal que nos atendió era simpático, nos explicaron todo lo que podíamos ver. Uno de los desayunos lo hicimos en la cafetería que tienen allí y no muy bien.. solo tenían pan de molde, y poca variedad para poder echarle. Dejamos el coche en unos aparcamientos que hay delante del hotel. Lo mejor que tiene es la ubicación, al lado del centro.