Primero de todo dar las gracias a Manuela, propietaria de la casa, que nos ha tratado como si fuéramos de la familia. El día de llegada nos esperó hasta las 23:30h de la noche para poder explicarnos todo sobre la casa. Nos recibió con dos botellas de cava como detalle de bienvenida y al día siguiente nos llamó para saber qué tal habíamos dormido y por si nos faltaba algo.
La casa en general está muy bien.: los baños están reformados ,la zona de la piscina y jardín es muy agradable y las habitaciones son amplias con camas muy cómodas.
La casa la tienen preparada para recibir clientes con toallas, jabón y casi todo lo que se pueda necesitar. Tienen un buen sistema para las llaves: una pequeña taquilla en el portal con un código. Nos fue muy cómodo ya que al ser un grupo numeroso las dejábamos allí y no nos teníamos que preocupar más hasta la vuelta.