Bonita casa de piedra con piscina, con mucho encanto, cuidada y muy tranquila, a un paso de Amarante, en esta bella región del norte de Portugal. Cerca de todo, con la ecopista para bicicletas muy cerca, perfectamente acondicionada, y una ruta de iglesias románicas en el entorno. La casa tiene todas las comodidades. Dispone de todo lo necesario. Y tener Guimarães, Oporto y Amarante a un paso, y volver por la tarde y bañarte en la piscina es un lujo.