La ubicación del hotel es fantástica, a unos metros de la playa y muy cerca de todo. Las habitaciones eran cómodas y muy limpias, con una terraza fantástica. El wifi gratis iba muy bien. Los pisos más altos tienen vistas al mar, pero en los bajos aunque hay algún edificio también se ve. Aunque está cerca de las discotecas es bastante silencioso. El personal súper amable, limpieza, comedor, recepción... Y organiza entretenimiento (monólogos, magia...)