El lugar está muy bien situado, en el centro de Huasca, frente a la inglesia, es el lugar ideal para tener acceso a todo lo centrico del lugar. Tienen un estacionamiento propio junto al hotel; por las mañanas brindan un desayuno riquisimo, los jugos son naturales, el café está muy sabroso, no duden en probar el panqué de Guayaba, todo lo que preparan está muy sabroso.
Las habitaciones muy limpias, cómodas y frescas, me tocó ir cuando hacía calor pero las habitaciones mantenían una temperatura agradable; nos dieron una carga de leña para la chimenea (en nuestro caso no la ocupamos por que no hacía frío), el baño tiene una bañera con agua tibia. Las instalaciones del hotel muy comodas, sin duda alguna lo visitaré otras veces.
