Estuivmos tres días en medio de un viaje con seis destinos en el cual todos los alojamientos nos deleitaron en otras tantas ciudades de España, y este hotel en la capital aragonesa hizo honor a su nombre, el mejor entre los mejores, en relación calidad precio, instalaciones, ubicación en Zaragoza, diseño de las habitaciones, vista a la calle, menú del desayuno, profesionalismo y calidad del personal, estupendo entre los estupendos... las camas de la habitación fueron el cielo y toda la fascinación de la ciudad en el vecinadario, para pedir el deseo de volver cuando se vuelva a soplar una vela.. le deseamos un disfrute del lugar a muchos que pasen por ese bello paraje tan cerca al majestuoso Río Ebro y a la Basílica de Nuestra Señora del Pilar y la Seo del Salvador en su Epifanía... y a las mil actividades de la Calle de Alfonso I... seguro, apasionante y sabroso.