VERGONZOSO. Se nota que hicieron la terraza en la última planta y por apurar luego metieron tres habitaciones (301,302,303 huid de ahí). Es vergonzoso, el suelo es igual que el de la piscina, de tarimas de madera exterior desgastada y la puerta de la habitación da directamente a las mesas donde dan el desayuno. Literalmente abres la puerta y a metro y medio tienes a dos comensales que pueden ver todo lo que tienes dentro de tu habitación, mejor no abras la puerta en bañador para ir a la piscina en ese momento. Para preparar el desayuno se pasan desde las 5 de la mañana moviendo muebles, limpiando cubiertos, etc...y cuando comienzan a llegar los huéspedes escuchas hasta el tintineo de las cucharas de café y la música ambiente de la terraza. El ruido de la calle, parece que estés tú también en los bares. Cogimos este hotel pensando que al ser spa el silencio sería mayor y no nos importaba pagar algo más, me parece vergonzoso que siquiera tengan permiso para tener esa habitación ahí, indignante.