Me dieron la habitación 24, como si estuviese en un sótano. Cama de 90, se escuchaba todo lo que hablaban en las habitaciones contiguas y no digamos por la noche que parece ser que arreglan las hamacas y sillas de la piscina que está encima de la habitación, parecía que estaban martilleando el techo. No funcionaba el aire acondicionado y hacía bastante fresquito, en vez de darme otra habitació me dejaron un calefactor para el baño, para la habitación nada de nada. Y todo esto por 144 euros la noche.