Se encuentra enfrente de la playa, era accesible y contaba con bastante sitio para aparcar vehículos tanto en la puerta como enfrente. A unos minutos andando se llega al centro de la población, por lo que su ubicación a la entrada de Muxía no representaba ningún inconveniente. La habitación era de reciente reforma y decoración, aunque el colchón era muy blando o usado, me hundía en él, lo que no resultaba cómodo