Es un hotel espectacular, de los de epoca y con la clase propia de este tipo de edificios emblemáticos, con un entorno privilegiado en una zona extraordinariamente tranquila y justo al lado de la población de O Grove que permite disfrutar de todo sin apenas necesario moverse en coche. Las zonas comunes especialmente cuidadas, el desayuno insuperable de 10. Con música en directo incluido, la habitación muy bien con agua en la nevera disponible y recien restaurada con vistas al jardín y laterales al mar, al tratarse de una isla el entorno es brillante. Un balcon con sillas comodas si se opta por la discreción de la habitación. Y por poner algún punto a mejorar, el servicio de mantenimiento tendría una nota baja, ya que un edificio de este tipo saldría económico mantenerse en perfecto estado si se van corrigiendo a diario los pequeños desperfectos si se espera a que se rompa del todo saldra mucho mas caro, bisagra mampara de bañera, mando cisterna y cierre de puerta de habitación que hay que tirar con fuerza, requiere atención. Detalles que no cuestan nada más que dedicarle un tiempo de operario de mantenimiento, igual está de vacaciones.... Broma a parte un fin de semana fantástico gracias.